Lo entiendo, no lo comparto.
Creo que tener fe en un dios es tener un apoyo moral que da la esperanza necesaria para seguir confiando en el ser humano.
Yo no creo, y cada día desconfío más de éste, del ser humano y su supervivencia a través del tiempo.
Supongo que da seguridad eso de nunca sentirse solo porque un dios esté contigo.
Rezarle, hablarle y comunicarle tus miedos y pesares.
No creo necesario un amigo imaginario de tal magnitud en mi vida.
Soy lo suficientemente mayor y madura como para cargar y sobrellevar mis problemas conmigo misma e ir creando mi propia ideología, mi propia religión día a día, sin seguir un libro anónimo o unas culturas constumbristas determinadas.
lunes, 15 de junio de 2015
sábado, 6 de junio de 2015
Them. (Again)
Y después de tanto tiempo, seguimos siendo los casuales.
Ha habido cambios, no somos los mismos, pero seguimos siendo esos tres que se van por Granada a dar vueltas, a sentarse en Pasiegas, a reír, a hacer el imbécil por gran vía, subiendo la acera del Darro, o bajando Reyes Católicos.
Ha habido cambios, no somos los mismos, pero seguimos siendo esos tres que se van por Granada a dar vueltas, a sentarse en Pasiegas, a reír, a hacer el imbécil por gran vía, subiendo la acera del Darro, o bajando Reyes Católicos.
Es maravilloso verles, porque aunque me haya ido lejos, nuestra relación está intacta. Sí, somos diferentes, no es todo igual que antes, pero somos nosotros, seguimos juntos y geniales.
Congelaría el tiempo en cualquier momento con ellos en cualquier rincón de Granada, y no lo cambiaría por nada del mundo, porque son ellos, mis chicos.
Les quiero como si les conociese desde siempre, y hay cosas que no cambian, y nosotros no lo haremos.
Y dan igual todos los cambios que tengamos, seguiremos así, siendo así de estúpidos y de casuales.
<3
viernes, 5 de junio de 2015
-Que llueva café-
Le pediste al tiburón que no se comiese el pez, a la tormenta que no lloviera y a mí que no te quisiera.
No es que quisiera quererte, es que no fui capaz de impedírmelo. Pero no me siento culpable por ello, lo único es que pedirte a ti que me quieras como yo te quiero a ti, es como pedirle al cielo que llueva café.
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